miércoles, 23 de septiembre de 2009

Corregir con el maquillaje la forma de los ojos

Hasta las caras consideradas como más maravillosas, ocultan algún defecto, lo importante es aprender a camuflarlos. Con unos simples toques de pincel o dependiendo del color del lápiz de ojos que se use, se pueden llegar a olvidar.

Ojos grandes o pequeños, labios gruesos o finos, en pocos casos se está de acuerdo con la imagen que se tiene.

Todos los defectos tienen un truco para que nadie se fije en ellos, pero lo primero que hay que saber es en que consiste ese defecto para averiguar el truco que lo oculta y es que cada rostro tiene unas características y detalles propios que hay que resaltar y otros para ocultar. Un truco mal aplicado puede causar el efecto contrario.

La importancia de la mirada

Para que unos ojos redondos y saltones aparezcan almendrados, sólo hay que dibujar una l’nea en las pestañas superiores en línea ascendente y en marrón o negro según el color del pelo. Para hundir los ojos lo único que hay que hacer es usar sombras oscuras hasta el cuenco del ojo. No hay que olvidarse de la máscara.

En el otro extremo están los ojos pequeños que se quiere hacer grandes. Se consigue sin maquillarlos demasiado, con sombras claras y sin brillos en el párpado superior y oscureciendo un poco el cuenco donde termina el hueso de la ceja con una sombra en un tono más oscuro. La máscara es importante en las pestañas superiores y la raya tienen que ser fina al ras de las pestañas superiores, en dirección ascendente.

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